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jueves, 30 de mayo de 2013

Dejemos de Importar GNL y desarrollemos Vaca Muerta


En la nota anterior del blog Petróleo, Gas y Electricidad (Crisis Energética 2013) nos referíamos  a la declinación persistente en la producción argentina de gas natural de los últimos 8 años que se redujo un 14%. Como el consumo creció en estos mismos años un 19% aproximadamente,  fue imperativo importar de donde fuese para evitar cortes al suministro muy prolongados para la industria y para las Centrales Eléctricas.
Cuando publicamos “Imitar a Eagle Ford para desarrollar Vaca Muerta” y “EE. UU. - Impacto macroeconómico de las exportaciones de GNL ¿Podemos hacerlo en Argentina?”  decíamos de tener como objetivo de política energética nacional  el desarrollar la formación de esquisto denominada Vaca Muerte ubicada en las provincias de Neuquén, Río Negro y Mendoza con una superficie de 30.000 Km2 equivalente a la provincia de Misiones.

Ahora veamos cuánto nos cuesta importar el gas y comparémoslo con las necesidades de inversión en formaciones de shale gas.

Importamos el 10% en volumen pero pagamos más del 30% de la cuenta en dólares

Volumen
En el año 2010 producíamos 47.107 millones de m3 y para lograr abastecer el consumo importamos 2.279 millones de Bolivia y 1.689 millones de GNL.  Dos años más tarde producimos 44.123 millones propios e importamos 5.835 millones de Bolivia y 4.595 millones de GNL. El consumo total se incrementó un 7% lo que significa que todo el incremento del consumo lo tuvimos que importar.

 
La proyección para el corriente año asume una reducción del 7% en el consumo debido a la disminución de la actividad. La producción argentina de gas natural esperada para este año continuará en descenso y deberemos importar más .

No coincido con el cálculo que se lee en los diarios por los que deberemos importar más de 80 barcos de GNL en 2013 por los siguientes motivos: (1) Considerando los 17 barcos entrados hasta abril y asumiendo que las plantas regasificadoras de Escobar y de Bahía Blanca trabajasen al máximo y continuamente, la capacidad de regasificación de 17 millones m3/día en invierno y de 12 millones en primavera-verano, requeriría un máximo (teórico) de 65 barcos de 135.000 m3. En 2012 se importaron unos 58 barcos de GNL para abastecer la demanda. (2) Los 63 barcos (para llegar a los 80) de 135.000 m3 de GNL requieren una capacidad de regasificación de más de 20 millones m3/día que harían que Escobar paralizara el Río Paraná y el transporte de las exportaciones de soja.

Precios
Los mismos volúmenes mostrados en el gráfico anterior tienen distintos precios según sea gas natural producido en el país, importado por gasoducto desde Bolivia o importado como GNL.
El precio que recibe el productor argentino no ha tenido aumentos desde 2002. Los planes Gas Plus y similares premiaban a nuevos descubrimientos con precios de USD 7,50 MMBTU. Pero una buena parte (27%) de la producción se destina a las distribuidoras de gas que no tuvieron aumentos de tarifas desde noviembre de 2001.

Las compras desde Bolivia se hacen a precios muy superiores a los argentinos pero son producto de negociaciones por contratos a largo plazo donde Bolivia tiene como comprador privilegiado a Brasil (en diciembre pagaba USD 9,30 MMBTU).
Las importaciones de GNL argentinas son un caso aparte. Pasamos de no importar GNL a ocupar el lugar 12º en el mundo en 2012, delante de EEUU, Chile y Brasil. Pagamos y continuamos haciéndolo, precios equivalentes a compras spot cuando era previsible y lo sigue siendo que necesitaríamos importar GNL en los próximos años. En estos casos deberíamos haber negociado contratos a largo plazo que tienen precios inferiores y que se ajustan por la evolución de precios de una canasta de productos.

Argentina compró a precios similares a los de Japón que se vio perjudicado por el accidente nuclear de Fukushima el 11 de Marzo de 2011 creando una gran demanda adicional. Desde octubre de 2012 pagamos más que Japón.

Europa paga bastante menos que nosotros. Durante todo 2012 y lo que va de 2013 Europa compró GNL a un precio promedio de 11,60 USD/MMBTU. Argentina pagó un promedio de 15,80 (36%) por encima de esos precios con máximos de 16,65 y mínimos de 14,79. Es decir, aplicando esta diferencia de precios a las importaciones argentinas de GNL durante ese mismo período resulta un monto de USD 685 millones, equivalente a perforar 50 pozos en Vaca Muerta.
 

¿Cuánto cuesta y cuánto vale Vaca Muerta?
Según un informe preparado por la U.S. Energy Information Administration en abril de 2011 la Argentina tendría 774 TCF en formaciones de esquisto. Comparadas con las reservas de gas convencionales que eran de 13,4 TCF demuestra un potencial de riqueza a desarrollar de 57 veces las reservas de gas actuales.

Estas potenciales reservas argentinas se componen principalmente de 407 TCF en Vaca Muerta-Los Molles representando 30 de las 57 veces las reservas actuales.
En febrero 2012 la entonces Repsol YPF -con licencias por el 40% de Vaca Muerta- estimaba que para perforar los 2.000 pozos necesarios en sus 1.100 Km2 de Vaca Muerta evaluados independientemente por Ryder Scott, se requería una inversión de USD 28.000 millones (0,3 billones).  Si el resultado de estos pozos es positivo se requerirían perforar más pozos para desarrollar el área con un costo estimado adicional de USD 14.000 millones. Los equipos de perforación requeridos para un proyecto así más que duplicaría los actuales en el país.

Asumiendo que las estimaciones de posibles reservas mencionadas anteriormente resultaran de esas magnitudes, el valor hoy de esas nuevas reservas sería de USD 2,3 billones de dólares (407 TCF x 7,50 USD/MMBTU). Es evidente que lo que hay para ganar es muy superior a lo que cuesta obtenerlo.
Una oportunidad de exportación

Una vez que se comprueben las reservas y se inicie el proceso de producción de gas natural en Vaca Muerta el país habrá aumentado su horizonte de reservas pasando de 7,5 años a más de 211 años (asumiendo el mismo nivel de consumo de hoy que incluye las importaciones de Bolivia y de GNL).
Si la política económica fuera tal que necesitase que  el consumo industrial y de centrales eléctricas de gas natural se duplicara elevaría en 60% la cifra del consumo total del país. En ese nuevo nivel de consumo el coeficiente de reservas se reduciría de 211 a 145 años.

Con reservas de este tamaño podríamos exportar gas natural a Chile y a Japón – Corea en forma de GNL. Es lo que hizo EEUU y es una excelente alternativa con mucho valor agregado.
El mediano plazo

Sabemos ya, que importaremos gas natural para abastecer la demanda de los próximos 5 años por lo menos, aún en el hipotético caso que tuviéramos los USD 28.000 millones que requiere desarrollar una parte de Vaca Muerta. Por tanto, es imperativo hacer un llamado a licitación internacional para el abastecimiento de GNL por un plazo de 5 años con garantías de bancos internacionales por los pagos que permitan reducir el gasto presupuestario.

Hay que trasladar el mayor costo de comprar importado al usuario industrial y a las centrales eléctricas para reducir nuevamente el gasto presupuestario y hacerle saber al consumidor que la imposibilidad de seguir subsidiando, por falta de fondos.

No caben dudas que Argentina necesita tener facilidades de importar gas natural líquido y regasificarlo en plantas como las de Escobar y Bahía Blanca. Tampoco caben dudas que el precio que pagamos por nuestra falta de planificación es demasiado alto.

El problema de la Argentina hoy es la escasez de recursos para desarrollar infraestructura. Decía en el artículo Energía 2013 que por la política equivocada de precios el sector perdió desde el 2003 hasta el 2012 USD 58.700 millones que a una tasa del 35% de impuesto a las ganancias representó rentas coparticipables por USD 20.600 millones. Estos recursos podrían ser usados ahora en Vaca Muerta sin tener que buscar inversores salvíficos.