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lunes, 30 de septiembre de 2013

Fracking – Iniciemos el Debate


En California le están echando la culpa al Centro para la Diversidad Biológica, al Centro para la Defensa del Medioambiente, a la Fundación Surfrider y a la ONG Truthout por haber tratado de fabricar una controversia con respecto a la inveterada práctica del petróleo denominada fractura hidráulica en aguas de California.

En un lado del ring están las petroleras con un permiso para hacer fractura hidráulica otorgado por el Bureau of Safety and Environmental Enforcement (BSEE). Este organismo tiene a su cargo regular los aspectos de fractura hidráulica costa afuera debido a su experiencia en petróleo y gas. El BSEE dice que cada operación es única y debe pasar extensos exámenes de parte de sus expertos.

Del otro lado del ring están estos los grupos de presión que dicen que los petroleros están operando en un ambiente no regulado y desechando químicos en el mar. Ellos dicen que una parte significativa del líquido de la fractura hidráulica es desechada en el océano o bien transportada y descargada directamente en la tierra. En el mar los químicos entran en el ecosistema y en tierra tiene el potencial de contaminar el agua de las napas freáticas.

Independientemente de cada argumento, lo cierto es que la fractura hidráulica en general y en este caso, en el mar, es muy conocida,  muy regulada y muy vigilada por todos.

Mi amigo, Randy, un californiano de 6 generaciones, me dice que el Estado de California es uno de los más rigurosos en la protección del medio ambiente y que muchas industrias (de cualquier tipo) temen instalarse actualmente en el Estado por el exceso de reglamentos estatales y la imposición estatal.  

En nuestra Argentina no tenemos todavía ningún tipo de norma específica aplicable a la fractura hidráulica porque hasta ahora no la hemos necesitado. Los tiempos de una discusión amplia y profesional han llegado. Recordemos que el sujeto más valioso del medio ambiente es el hombre. Y el hombre necesita trabajo y oportunidades. Esto lo interpretó claramente el peronismo que siempre fue práctico antes que teórico.

Con la venida de posibles inversiones petroleras en formaciones de shale oil & gas tenemos la obligación de dictarnos las normas pertinentes para lograr dos objetivos fundamentales: (a) establecer los parámetros de conservación del medio ambiente acordes con el crecimiento económico del país, sus provincias y su pueblo; (b) hacer saber al productor petrolero cuáles son esos parámetros para que evalúe económicamente su inversión y sus riesgos.

Una vez que hayamos desarrollado en conjunto estas normas, tenemos que tener la disciplina de mantenerlas. Si las hemos estudiado a conciencia y desarrollado por nuestros profesionales más competentes deberán servir como un puntal de desarrollo y no de pelea donde la gente ignora dónde está la verdad.

California es solamente un ejemplo, que como no tenemos uno propio podríamos usarlo para aprender. Lo cierto es que tendremos que desarrollar yacimientos como Vaca Muerta, hoy o mañana. Definamos nuestras reglas y cumpliéndolas hagamos historia.