Este diferencial de precios significó un subsidio total de aproximadamente
USD 7.000 millones en 2011. En los
primeros 6 meses del 2012 el subsidio por el combustible solamente ascendió a
más de USD 2.200 millones.
En 2011 la generación fue de 116,4 TWh[1]
con un costo de 37.000 millones de pesos, aunque los usuarios pagamos, vía
tarifa, 6.600 millones. No es de extrañar que las autoridades quieran hacer
algo urgente en esta industria para reducir el déficit.
¿Cómo se compone el
costo de generación?
A rasgos generales y sin incluir todas las variantes o
posibilidades.
La ley vigente establece que, de acuerdo con las normas de
despacho económico para las transacciones de energía, los generadores perciban
por la energía vendida una tarifa uniforme para todos, basada en el costo económico del sistema. Esta es la
primera palabra clave.
Para su estimación deberá tenerse en cuenta el costo que
represente para la comunidad la energía
no suministrada. Esta es la segunda palabra clave.
Hay que generar al costo más bajo posible pero sin afectar
el suministro eléctrico ya que no hay energía más cara que la que no se tiene
cuando se necesita.
Así las cosas, CAMMESA calcula un precio horario en base al combustible
(gas natural, gasoil, fueloil, etc.) y la eficiencia de las unidades (turbinas
vapor, turbinas de gas, ciclo combinado, motores diesel).
CAMMESA también calcula un precio horario por la energía
hidráulica generada pero solamente para aquellas centrales de embalse. Naturalmente
las hidráulicas de pasada no pueden contener el río mientras que las de embalse
tienen la opción de guardar el agua si el precio de generación en esa hora no les
parece satisfactorio. El precio del agua (equivalente para este fin al gas
natural o al gasoil) era dado por cada generador hidráulico pero ahora lo
establece CAMMESA.
Con esta información se prepara una tabla de orden en el
despacho en función de un costo económico en cada hora. La suma de los costos
en cada hora en todos los días del mes sirve de base para calcular un precio
medio mensual de generación. Este precio será entonces una función del
combustible usado. Si tenemos mucha agua el precio baja, si usamos gas natural
en vez de gasoil vuelve a bajar, etc.
La generación térmica que es la que fija el precio del
mercado argentino representa el 62% del total generado en el país. La
generación nuclear representa el 5% y la generación hidráulica el 33% (esta
participación fue disminuyendo del tradicional 45% por falta de inversión en
nuevas centrales).
El gas natural se usa para generar el 69% aproximadamente de
la generación térmica, mientras que el gasoil representa el 6% y el fueloil el 8%.
Sin embargo, en 2002 el gas se usaba para producir el 99% de la generación
térmica. La razón de esta caída en la participación del gas obedece a que la creciente
demanda requería instalar unos 600 MW de capacidad por año desde 2004. Esto se
logró mediante la incorporación de nuevas turbinas a las que hubo (y hay) que
hacerlas funcionar con gasoil en invierno para no cortar el suministro a
residenciales.
El precio del gas natural en los mercados internacionales
subió fuertemente en el 2000 de 2,27 a
4,23 dólares por millón BTU. Siguió creciendo hasta 2008 con un incremento
hasta 8,95 dólares. Desde entonces se desplomó hasta llegar hoy a menos de 2
dólares por millón de BTU[2].
El precio de los líquidos siguió al del barril de petróleo
que se incrementó de 26 hasta 100 USD/bbl
Resumiendo, tenemos un escenario de cantidades crecientes de
demanda de electricidad junto con precios internacionales de los combustibles en
ascenso. Nótese que si los precios locales difieren en mucho de los
internacionales, misteriosamente habrá un descenso de la producción local que
provoca un incremento de las importaciones. Controlar los precios petroleros es
ilusorio.
¿Cómo se determina el
precio que pasa a la tarifa?
La ley vigente establece que los demandantes
(distribuidores) paguen una tarifa uniforme, estabilizada cada noventa (90)
días, medida en los puntos de recepción, que incluirá lo que perciben los
generadores y los costos de transporte entre los puntos de suministro y
recepción.
Como dice tarifa uniforme estabilizada cada 90 días,
corresponde a CAMMESA calcular un precio que le permita con lo que le cobrará a
las distribuidoras por la energía, pagar el 100% de las facturas de los
generadores y los transportistas.
Para buscar ese precio, le asigna a diferentes escenarios de
demanda física una probabilidad de ocurrencia. Si estima un escenario de alta
demanda el precio de equilibrio será seguramente alto y viceversa. Si en un
trimestre, hubiera diferencias entre lo que tiene que pagar a los generadores y
lo que cobra de las distribuidoras lo compensa en el siguiente y obtiene así
una suma de saldo cero o muy cercana.
El precio estabilizado sirve entonces para recalcular las
tarifas correspondientes al período siguiente. Al precio de la energía habrá
que sumarle el valor agregado de distribución y los impuestos para llegar a la
tarifa final al usuario. Los recálculos estacionales debieron ser automáticos
para las variaciones en el precio de la electricidad solamente.
De los informes anuales de CAMMESA surge que el precio
estacional se estancó en 50-56 pesos por MWh desde 2005, mientras que los
costos aumentaron de 66 a 320 pesos por MWh. La electricidad barata incentiva
su consumo. Hubo afectaciones de abastecimiento expresado a través de gestiones
de las autoridades a los grandes usuarios para que reduzcan el consumo.
Subsidio al consumo
de electricidad
Hasta el año 2001, las tarifas se ajustaron en cada período
estacional siendo el último ajuste en noviembre de ese año. Desde entonces los
costos de generación subieron en forma exponencial por el aumento en los
combustibles. Por decisión política el precio estacional está calculado artificialmente
bajo para poder mantener las tarifas sin ajustes ni atender a los costos
reales. La Argentina subsidió el consumo
de electricidad en los últimos 4 años por aproximadamente USD 19.500 millones.
Elaboración propia con datos
CAMMESA
El problema eléctrico de hoy es el precio. Si se elaborara un plan de transferencia de costos de generación y transporte a las tarifas, la base de sustentación del sistema sería mucho más grande (como llegó a serlo hasta el 2002) y por consiguiente el esfuerzo financiero del Tesoro Nacional se reduciría significativamente. Esta incoherencia impide también que nuevas inversiones en el sector eléctrico se materialicen.
Como ya dije en un artículo titulado “Los problemas recién
comienzan” publicado por La Nación en 2004[3]:
“Cuando estaban la Chade y la Italo, el
gobierno de ese entonces no les dio tarifas retributivas y terminamos en Segba y
Agua y Energía. Como tampoco el gobierno de turno les dio tarifas acordes
pasamos por los cortes de 1989. Luego, en 1992, tuvimos que privatizarlas por
falta de capital de inversión. ¿Cuál es el próximo paso?” Pareciera que
vamos camino a una nueva estatización del servicio eléctrico.
[1] TWh: Tera watts por hora equivalente a 1012
Watts por hora
[2] Para más detalles sobre el precio del gas ver http://www.petroleogasyelectricidad.blogspot.com.ar/2012/05/el-problema-del-gas-es-el-precio.html