El gráfico siguiente es muy elocuente a este respecto.
Hay dos explicaciones posibles a una reducción constante en los niveles de producción de hidrocarburos. La más evidente es geológica y se debe a la caída en el nivel de reservas. La otra explicación se relaciona con el precio que puede obtener el productor en el mercado por la venta del crudo.
Con respecto a la primera de esas razones empecemos diciendo que la Argentina no es un país petrolero sino un país con petróleo. De las cuencas productivas se extrae petróleo de formaciones que se encuentran como en forma de lentejuelas. En gas natural sucede lo mismo pero con la buena noticia que tuvimos (pasaron más de 30 años) un gran descubrimiento en Loma de la Lata y ahora parece que tendríamos la tercer reserva de Shale Gas del mundo. Sin embargo, hay que perforar para encontrar y no siempre se encuentra el hidrocarburo. Ejemplo, un alto ejecutivo de una compañía de petróleo ha dicho varias veces que en Vaca Muerta su tasa de éxito es de sólo el 4%. En esta tasa consideraba el éxito inicial del primer pozo que los llevó a pensar que su área era muy rica en producto. Lo debe ser, concluía, pero tenemos que perforar mucho y requiere mucha inversión.
Siguiendo el razonamiento de este ejecutivo, para poder
encontrar reservas de gas y petróleo se necesitan grandes recursos y es acá
donde gravitan los precios de venta al público. Si los precios no son
retributivos, el esfuerzo de búsqueda de producto disminuye notablemente.
Las compañías petroleras son financieramente muy sólidas,
con un producto que no se malogra con el tiempo si se queda en el subsuelo y
acostumbradas a trabajar en países con reglas poco claras y cambiantes. Con
estos antecedentes, el congelamiento de precios y tarifas lo único que provoca
es una búsqueda menos acelerada de nuevas reservas y su consiguiente
disminución en los ritmos de producción. Adicionalmente, un país con problemas
de energía no recibe inversiones para fabricar localmente porque no puede
producir ni comprometerse seriamente además de incrementar los costos. Esto no
genera empleos de calidad y bien remunerados, etc. etc.
Evolución de los
yacimientos
Cuando analizamos la producción de crudo de las principales áreas
vemos que desde 2009 hasta 2012 la misma cayó 12% o aproximadamente 26,7
millones de barriles. Esta menor
producción significa que el país perdió de ganar USD 1.100 millones. Esto es
así porque si esa menor producción resultó en una menor exportación de
hidrocarburos para ser usados localmente, el país perdió los 26,7 millones de
barriles por la diferencia entre el precio internacional de USD 111,67 y el
precio local de USD 70,32. Obviamente,
si hubiéramos tenido que importar esa menor producción para abastecer el mercado
local, el efecto financiero sería muchísimo mayor.
De las más de 660 áreas en producción del país en 2012, las
primeras 50 representan el 65% de la producción total del año. De estas 50
primeras, las mayores reducciones fueron de El
Trapial, Puesto Hernández, El Tordillo, Valle Hermoso, etc. que en conjunto son
el 73% de la disminución del 2012 respecto del 2009.
Si bien expuse los datos desde el 2009,
la producción de crudo viene disminuyendo desde 1999 como se observa en el
gráfico del inicio.
Evolución de los
precios
El crudo Brent tuvo precios en
promedios anuales bajos y estables desde 1986 hasta 1999 que oscilaron desde
USD 14,43 en 1986 hasta USD 17,97 en 1999 con un precio máximo de USD 23,73 en
1990. Durante 13 años la industria petrolera convivió con precios bajos del
crudo.
A partir del año 2000 los precios del
crudo comenzaron a crecer. Hasta 2004 el crecimiento fue muy pronunciado, desde
USD 28,50 hasta USD 38,27. Pero a partir del 2005 el crecimiento de precios del
crudo fue exponencial saltando en 2005 a USD 54,52 hasta alcanzar USD 111,67 en
2012.
A partir de la “pesificación” de
tarifas de 2002, el precio de las naftas tuvo incrementos moderados, mensuales
y discretos. No ocurrió lo mismo con el precio del gas natural y de la electricidad
domiciliaria. Para poder modificar las tarifas debe haber una Audiencia Pública
que no fue convocada por el ENARGAS ni por el ENRE.
La consecuencia fue que tanto las
compañías de generación de electricidad como las de distribución de gas y de electricidad
carecen ahora de ingresos suficientes para pagar sus gastos.
La consecuencia no inmediata pero
inevitable fue a mi juicio, la caída en la producción de crudo y de gas
natural. Seguimos produciendo el crudo que necesitamos pero estamos muy lejos
de abastecernos de gas natural argentino y tenemos que importar de Bolivia y de
Trinidad & Tobago como GNL.
Las diferencias de precios y sus efectos
económicos para el país
Crudo
Valorizando la producción anual de
crudo de cada año por la diferencia de precios de esos mismos años podemos
calcular cuántos dólares dejaron de ingresar en el sector petrolero.
Establecida esta diferencia en un período de los últimos 10 años comprobamos la desinversión del sector.
El sector petrolero perdió USD 64.800
millones en los últimos 10 años que equivale a que con una tasa del 35% de impuesto
a las ganancias el Estado dejó rentas coparticipables de USD 22.700 millones.
Una fortuna materialmente hablando y también moralmente ya que el 50% es de las
provincias, que hubieran podido pagar obras públicas de sus presupuestos con el
consiguiente efecto multiplicador en las economías provinciales.
Gas
Nuevamente valorizo la producción anual de gas natural de cada año por la diferencia de precios de esos años para calcular el déficit económico del sector gasero. El sector perdió desde el 2003 hasta el 2012 USD 58.700 millones que a una tasa del 35% de impuesto a las ganancias representó rentas coparticipables por USD 20.600 millones.
Sin embargo, al contrario que con el crudo,
el gas natural consumido (y el dejado voluntariamente de consumir) es muy
superior a la producción argentina. Debemos entonces añadir a nuestro cálculo
el costo de las importaciones desde Bolivia de aproximadamente USD 5.200
millones y el costo de importar Gas Natural Licuado de aproximadamente USD
5.500 millones adicionales.
La situación se deteriora constantemente ya que como se puede constatar en 2012
las importaciones desde Bolivia por gasoducto sumadas a las importaciones por barcos de GNL representaron
el 44% del costo adicional antes mencionado de USD 10.700 millones.
Opinión
Hay mucho consenso en que la única
razón para los aumentos y las disminuciones de reservas de petróleo y gas son geológicas
exclusivamente. Sin embargo, cuando durante 13 años la producción de crudo disminuye
y la de gas lo hace durante 8 años me pregunto si no se podría haber hecho algo al
respecto. Cuando las razones son geológicas ciertamente nada se puede hacer.
Sin embargo, cuando la industria petrolera y el país pierden más de USD 150.000 millones en 10 años, entonces se debe a errores graves en la política y en la ejecución de los planes energéticos de la Argentina.