En las audiencias
públicas correspondientes a la Revisión Tarifaria Integral el Ente Regulador
del Gas escucha las razones que esgrimen las distribuidoras de gas domiciliario
y las transportistas troncales para decidir sobre la razonabilidad de los
aumentos que piden. Lo que se regula es el valor agregado proporcionado por las
compañías distribuidoras y la tarifa de los gasoductos troncales. El gas
extraído por el productor y entregado en el punto de ingreso al sistema de
transporte no está regulado. Pero aunque suene a una contradicción la tarifa
final al usuario que incluye el gas extraído está definitivamente regulada y
debe ser aprobada por la autoridad competente, el ENARGAS.
En estas audiencias
habrá interesados como los usuarios, grandes o pequeños, que querrán hacer oir
su voz y tratar de hacer bajar los reclamos de las compañías. Todos los demás
hacen política. El ente debe buscar que las tarifas sean justas y razonables.
La ley de gas
establece que las tarifas se componen de a) Precio del gas en el punto de
ingreso al sistema de transporte; b) Tarifa de transporte; c) Tarifa de
distribución. El precio de gas en el punto de ingreso al sistema de transporte,
que como dije antes no está regulado, es el componente más significativo dentro
de la tarifa.
Cabe averiguar
entonces ¿cuál sería un precio razonable del gas en el punto de ingreso al
sistema de transporte? El gas natural se vende generalmente con contratos a
largo plazo porque cuando se descubre un buen pozo hay que tener un gasoducto
de conexión a la red troncal y todos esos gastos e inversiones son financiadas por
bancos o con capital propio por la certeza de ingresos futuros.
Producción de gas natural
La política gubernamental pasada hizo que al
no tener mayores ingresos por aumento de tarifa las distribuidoras se vieran imposibilitadas
de pagar un gas más caro. El Gobierno tuvo que intervenir y creó planes
especiales para pagar el gas nuevo más caro y tratar de seducir a las
operadoras petroleras a perforar más.
El gráfico adjunto
muestra una disminución en la producción tanto de crudo como de gas natural. Es
decir, que esa política no produjo los efectos buscados. Recién en 2015 y en lo
que va de 2016 vemos que la producción de gas nacional aumenta mes a mes. En el
2004 produjimos 142 millones de m3/día y en 2014 solamente 113 millones. Pero
en 2015 se revirtió la tendencia logrando aumentar a 117 millones y este año ya
estamos en 123 millones m3/día.
Importaciones por gasoducto y por barco
El complemento obligado
a una menor producción fue la importación desde Bolivia primero -ampliando la
capacidad del gasoducto en Campo Durán- y luego alquilando barcos regasificadores de
gas natural licuado (GNL). Los precios que pagamos por esas importaciones fue
altísimo comparado con el que le reconocíamos al productor argentino.
El gas barato localmente aumentó el consumo
mientras que disminuyó la producción tal como lo graficamos más abajo como
consecuencia de la falta de un precio retributivo.
La línea del
consumo de gas natural tiene esas “jorobas” por el aumento del consumo
invernal. Pero la línea de tendencia es ascendente siempre y a una tasa de
creciemiento similar al crecimiento vegetativo de la población. El pico de 2010
de 152 millones m3/día trepó a 163 millones en 2012 y se mantuvo.
Al mismo tiempo, la
producción de gas natural vino bajando desde 2004 hasta el año pasado, donde
luego de 11 años se incrementó la producción a 120 millones m3/día. Pero
debemos seguir importando de Bolivia y por GNL por barco.
Precios
Hay variedad de precios
de gas del gas natural, tanto nacional como importado. Eso genera un
inconveniente en las audiencias porque la explicación es técnica y los oradores
políticos. Afortunadamente el ENARGAS es muy profesional y al final tendremos
la certeza de que la tarifa aprobada será técnicamente correcta y políticamente
argumentada y discutida.
En la cuenca Neuquina, que es la de mayor volumen de extracción
(58% del total), se pagó en este año 2016 un precio promedio de USD 3,09 por
millón de BTU. En la cuenca austral off-shore que extrae el 20% del total país
se pagó un promedio de USD 2,84, mientras que en la cuenca norte que extrae el
8% se pagó un promedio de USD 2,86. Estas cifras componen un precio total país
de USD 2,95 por MMBTU.
Ahora bien, estos
precios corresponden a un gas con líquidos tal cual se lo extrae del pozo.
Argentina tiene en Bahía Blanca una planta de extracción de esos líquidos que
son valiosísimos para que las distribuidoras compren el gas “seco”. En este
proceso de revisión tarifaria seguramente el ENARGAS determinará los valores
aceptables para el gas seco.
Un elemento
fundamental en la determinación del valor del precio de gas será también los
contratos a largo plazo que debieran firmar las distribuidoras con los
productores. Estos contratos deben estar a la vista del ENARGAS aún cuando
fueran confidenciales.
Hasta acá hemos podido contabilizar el 79%
del valor de gas a tener en cuenta en la tarifa. Nos faltan los costos del GNL
y del gas de Bolivia. El GNL fue importado en los años pasados a precios muy
superiores a los vigentes en Europa por el mismo GNL . Hoy el gobierno lo
importa a precios mucho más bajos según puede verse en el gráfico. El gas de
Bolivia se rige por una fórmula que considera también el precio del crudo y por
tanto ahora se ve reflejada la baja de esos precios en el gas que compramos.
Determinación del precio argentino
Finalmente, podemos ver cómo evolucionó el
precio del gas que paga el consumidor argentino. Hasta 2004 no requeríamos más
que cantidades pequeñas del gas boliviano. Esas cantidades fueron creciendo de
los 2,1 millones m3/día en 2004 hasta los 17,3 millones de hoy e hicieron que
como no podíamos comprarles más (ya sea por falta de acuerdo comercial o por
capacidad de transporte) tuvimos que alquilar barcos regasificadores de GNL
pagando precios elevadísimos. Empezamos en 2008 a un ritmo de 1,3 millones m3/día
y ahora hasta julio de 2016 estamos en 14,8 millones día. El precio del GNL, que
llegamos a pagar un precio promedio de US$ 16,74, en 2015 por efecto de la baja
del precio del crudo el gas natural licuado disminuyó a US$ 11 y en 2016 hemos pagado un promedio de USD 5,22 por MMBTU.
Si consideramos que
el 79% del gas consumido es de producción argentina y vale un promedio de USD
2,95 MMBTU; que el gas de Bolivia representa el 11% y vale USD 3,75; que el GNL
representa el 10% y vale USD 5,22; podríamos concluir que el precio razonable
del gas que consumimos en Argentina es hoy de USD 3,25 por millón de BTU.
Para fijar un valor
de gas que perdure un tiempo razonable y no estar modificando tarifas todos los
años las autoridades deberán influir para lograr que los privados celebren
contratos de abastecimiento a 5 años como mínimo y entonces el ENARGAS podría
tomar el precio determinado antes como una base y proyectarla hasta el próximo
período de revisión tarifaria.