Los tres
grandes rubros son producción de Petróleo, producción de gas natural y
generación de electricidad. El petróleo producido alimenta las destilerías. El
gas natural separa los líquidos y luego se distribuye por redes. Algunas
generadoras usan el gas natural, el fueloil o el gasoil como combustible.
La
producción de crudo viene en caída
desde 2001 como se ve en gráfico. En ese año produjimos 280 millones de
barriles. Once años más tarde producimos solamente 203 millones. Una diferencia
tan significativa de 77 millones de barriles a un precio de mercado de 100 USD
el barril significa que el país no tiene USD 7.700 millones disponibles al año
generando riqueza, impuestos, sueldos, insumos en los hospitales?, etc.
Durante los
meses del corriente año la producción de crudo tuvo una disminución del 5% con
respecto a los mismos meses de 2012 evidenciando una falta de planes para
revertirlo.
La
producción de gas tuvo su pico de
producción en 2004 con un promedio de 143 millones de m3/día. A
partir de ese año el país disminuyó su producción de gas natural llegando a ser
121 millones de m3/día en 2012. Nuevamente, el efecto económico para
el país de la falta de 21 millones de m3/día de gas natural a
precios de sustitución de las importaciones (Bolivia – GNL) es de USD 3.600 millones al año.
Durante los
meses del corriente año la producción de gas natural tuvo una disminución del
7% con respecto a los mismos meses de 2012. Otra vez falta un plan de acción
correctivo.
La
generación de electricidad es el único de estos tres rubros que creció
constantemente. Desde 2003 hasta el 2008 lo hizo a una tasa promedio del 6%. En
2009 se contrajo en un 1% para volver a crecer a una tasa del 4% desde 2010 a
2012.
Durante todo
este período se incrementó la capacidad de generación hidroeléctrica en
Yacyretá casi en forma única. Pero la generación hidroeléctrica es función
directa de las lluvias, que no son constantes en el tiempo. Como se observa en
el gráfico el promedio de esos años fue de 38.700 GWh con un mínimo de 33.800
GWh en el año 200 y un pico de 43.000
GWh en 2006. La generación nuclear ha sido mucho más pareja con un promedio de
generación de 6.500 GWh.
Todo el
crecimiento de generación para abastecer el aumento de la demanda fue hecha con
generación a gas natural para los nuevos ciclo combinado y gasoil para los
motores. La generación térmica creció dos veces y media desde 32.600 GWh en el
año 2003 hasta 82.500 GWh en el año pasado.
Ahora bien,
este incremento de generación consumió 72% más gas natural en 2012, 103 veces
más gasoil y 26 veces más fueloil. El costo económico de este crecimiento
representó USD 4.400 millones. Como no hubo aumento de tarifas a los usuarios,
este monto lo paga el Estado.
¿Los Argentinos, percibimos una
crisis energética o económica?
La
observación de la caída en la producción de crudo no puede ser tomada como un
caso aislado puesto que sucede desde 2001. Lo curioso es que la caída con
respecto a 2012 de 77,5 millones de barriles, se debe principalmente a YPF (-48
millones) y a Chevron (-18 millones). Como nuestro consumo es totalmente
abastecido por el crudo nacional, no hay todavía un efecto económico o de
escasez, fácilmente advertido por el público.
La caída en
la producción de gas natural tiene mayores consecuencias. Desde 2004 a 2012 la
producción disminuyó en 8.000 millones m3 (-18%). La mayor
disminución se verificó en YPF (-4.400). Sin embargo, acá el Gobierno tuvo que aumentar
la importación de gas desde Bolivia y desarrollar rápidamente dos
regasificadoras por barco de GNL para abastecer la demanda residencial y la
generación de electricidad.
La
experiencia indica que salvo que se produzca una escasez del producto, ya sea
naftas, gas para cocinar o electricidad en las casas, nosotros no reaccionamos
ante políticas energéticas equivocadas y sin futuro. Solamente nos preocupa si
nos afecta el bolsillo.
Lo paga el Gobierno, lo paga el país,
lo pagamos todos. ¿Hay solución?
Los efectos económicos
combinados de la falta de gas natural, la disminución de producción de crudo y
los aumentos de generación de electricidad representan aproximadamente un monto
de USD 15.500 millones anuales. Esta es una cifra claramente impagable para la
Argentina de hoy en la que los industriales no obtienen los permisos de
importación de los mismos insumos que compraron siempre; o donde los
particulares no pueden comprar dólares para viajar por ejemplo.
Esta
situación delicada se agrava cuando vemos la falta de una prospectiva
energética, la última publicada fue en el año 2002. Hemos hecho referencia a este
problema desde el 2004[1]
y nueve años más tarde seguimos buscando soluciones mágicas e inexistentes.
Es presuntuoso
tratar de sugerir soluciones a un problema tan complejo y de tanto tiempo. Sin
embargo, algunas pautas podrían ser (a) redactar una nueva ley de hidrocarburos
que defina claramente los objetivos nacionales, provinciales y el sector
privado que permitan ver un horizonte de negocios dando las garantías
necesarias; (b) desarrollar intensamente la construcción de Corpus de 2.880 MW
(la comisión binacional creada y financiada desde 1971 sabe hasta el número de
tuerca y arandela en cada junta). El complejo Garabí de 1.800 MW fue presentado
originalmente en 1977. La construcción de represas hidroeléctricas tiene un muy
alto componente de fabricación nacional; (c) nombrar por concurso y con acuerdo
del Senado a los integrantes de los entes regulatorios de gas y electricidad;
(d) llamar a audiencia pública para la actualización de tarifas de gas y
electricidad en base a sus costos de explotación.
Insistamos
nuevamente a trabajar en conjunto con el objetivo del país y no del
bolsillo.
Muy buen artículo Richard!! Claro, conciso y concreto.
ResponderEliminarUn abrazo,
Marcelo