El CEO de
ExxonMobil, Rex Tillerson, visitó Argentina a principios de junio y se reunió
con el presidente, Mauricio Macri, y su ministro de Energía, Juan José
Aranguren. Macri tiene que pescar enormes inversiones para sacar a la
economía de una recesión de cinco años, reducir la inflación de dos dígitos y
crear puestos de trabajo. ExxonMobil quiere también poner en marcha el
desarrollo de Vaca Muerta.
Tillerson dijo
ExxonMobil podría invertir más de US$ 10 mil millones durante los próximos
20-30 años en el desarrollo de dos bloques adyacentes a donde ya se han
invertido US $ 200 millones en perforación exploratoria.
Estos números son
estimaciones muy generales que sólo indican que siendo dichas por el CEO de
EXXON hay una firme intención de invertir en el desarrollo de yacimientos de
shale oil & gas como Vaca Muerta-Los Molles.
¿Es este el momento
adecuado para invertir en Argentina? ExxonMobil cree que sí, siempre y
cuando los resultados de su programa piloto en esta área de shale oil & gas
muestren que los yacimientos son económicamente viables para producción masiva.
ExxonMobil está trabajando
con su filial XTO Energy en la exploración de los bloques de Bajo del Choique y
La Invernada, donde estaban a punto de comenzar, con una inversión de US$ 250
millones. Los pozos horizontales serán perforados lateralmente para un
máximo de 2.500 metros e incluyen 25 etapas de fractura. XTO manejará el
proyecto, dada su experiencia en Canadá y los EE.UU., donde opera más de 30.000
pozos no convencionales.
Si ExxonMobil empieza
este proyecto de US$ 10 mil millones sería una de las mayores inversiones desde
Chevron anunció la firma con YPF de un proyecto de invertir US$ 16 de millones en
Vaca Muerta donde hoy producen alrededor de 50.000 bpd.
Petronas, Shell,
Total y otros han estado también explorando pero aún están en las etapas de
desarrollo y producción. Esto es por varias razones. La primera es que el
clima económico y político empeoró durante el gobierno populista de centro izquierda
de Cristina Kirchner, que gobernó desde 2007 hasta 2015. Su intervencionismo
través de límites de precios, altos impuestos, control de cambio y
restricciones a la entrada y salida de divisas hizo difícil la planificación de
negocios. Además, el default de la deuda soberana a partir de 2001 hizo
más difícil y más costoso para obtener financiación del proyecto. Con la
llegada de Macri, el clima de inversión comenzó a mejorar. Su
administración llegó a un acuerdo con los holdouts, lo que ayuda a ampliar el
acceso de Argentina a los mercados financieros internacionales. También redujo
los impuestos a la exportación, las restricciones al flujo de capitales – las empresas
vuelven a enviar dividendos al exterior - y permitió una flotar libre del dólar. La
combinación de estas medidas se espera que, finalmente, ayude a reducir las elevadas
tasas de endeudamiento e inflación, a mejorar las finanzas estatales y a reactivar
la economía. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento de
la economía argentina del 2,8% en 2017 después de una probable contracción del
1% en 2016.
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