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viernes, 31 de agosto de 2012

El subsidio estatal a la electricidad

De acuerdo con informado anualmente por CAMMESA los costos de generación se incrementaron más de 11 veces desde el año 2002 hasta hoy. Este significativo incremento en los costos de la electricidad no tuvo el mismo reflejo  en los precios de la misma electricidad cobrados a las distribuidoras (EDENOR, EDESUR, etc.) que sirve de base para que a su vez nos la cobren en las facturas domiciliarias.

Este diferencial de precios significó un subsidio total de aproximadamente USD 7.000 millones en 2011.  En los primeros 6 meses del 2012 el subsidio por el combustible solamente ascendió a más de USD 2.200 millones.

En 2011 la generación fue de 116,4 TWh[1] con un costo de 37.000 millones de pesos, aunque los usuarios pagamos, vía tarifa, 6.600 millones. No es de extrañar que las autoridades quieran hacer algo urgente en esta industria para reducir el déficit. 

¿Cómo se compone el costo de generación?
A rasgos generales y sin incluir todas las variantes o posibilidades.

La ley vigente establece que, de acuerdo con las normas de despacho económico para las transacciones de energía, los generadores perciban por la energía vendida una tarifa uniforme para todos, basada en el costo económico del sistema. Esta es la primera palabra clave.
Para su estimación deberá tenerse en cuenta el costo que represente para la comunidad la energía no suministrada. Esta es la segunda palabra clave.

Hay que generar al costo más bajo posible pero sin afectar el suministro eléctrico ya que no hay energía más cara que la que no se tiene cuando se necesita.
Así las cosas, CAMMESA calcula un precio horario en base al combustible (gas natural, gasoil, fueloil, etc.) y la eficiencia de las unidades (turbinas vapor, turbinas de gas, ciclo combinado, motores diesel). 

CAMMESA también calcula un precio horario por la energía hidráulica generada pero solamente para aquellas centrales de embalse. Naturalmente las hidráulicas de pasada no pueden contener el río mientras que las de embalse tienen la opción de guardar el agua si el precio de generación en esa hora no les parece satisfactorio. El precio del agua (equivalente para este fin al gas natural o al gasoil) era dado por cada generador hidráulico pero ahora lo establece CAMMESA.
Con esta información se prepara una tabla de orden en el despacho en función de un costo económico en cada hora. La suma de los costos en cada hora en todos los días del mes sirve de base para calcular un precio medio mensual de generación. Este precio será entonces una función del combustible usado. Si tenemos mucha agua el precio baja, si usamos gas natural en vez de gasoil vuelve a bajar, etc.

La generación térmica que es la que fija el precio del mercado argentino representa el 62% del total generado en el país. La generación nuclear representa el 5% y la generación hidráulica el 33% (esta participación fue disminuyendo del tradicional 45% por falta de inversión en nuevas centrales).
El gas natural se usa para generar el 69% aproximadamente de la generación térmica, mientras que el gasoil representa el 6% y el fueloil el 8%. Sin embargo, en 2002 el gas se usaba para producir el 99% de la generación térmica. La razón de esta caída en la participación del gas obedece a que la creciente demanda requería instalar unos 600 MW de capacidad por año desde 2004. Esto se logró mediante la incorporación de nuevas turbinas a las que hubo (y hay) que hacerlas funcionar con gasoil en invierno para no cortar el suministro a residenciales.

El precio del gas natural en los mercados internacionales subió fuertemente en el 2000  de 2,27 a 4,23 dólares por millón BTU. Siguió creciendo hasta 2008 con un incremento hasta 8,95 dólares. Desde entonces se desplomó hasta llegar hoy a menos de 2 dólares por millón de BTU[2].  
El precio de los líquidos siguió al del barril de petróleo que se incrementó de 26 hasta 100 USD/bbl

Elaboración propia con datos CAMMESA

Resumiendo, tenemos un escenario de cantidades crecientes de demanda de electricidad junto con precios internacionales de los combustibles en ascenso. Nótese que si los precios locales difieren en mucho de los internacionales, misteriosamente habrá un descenso de la producción local que provoca un incremento de las importaciones. Controlar los precios petroleros es ilusorio.

¿Cómo se determina el precio que pasa a la tarifa?
La ley vigente establece que los demandantes (distribuidores) paguen una tarifa uniforme, estabilizada cada noventa (90) días, medida en los puntos de recepción, que incluirá lo que perciben los generadores y los costos de transporte entre los puntos de suministro y recepción.

Como dice tarifa uniforme estabilizada cada 90 días, corresponde a CAMMESA calcular un precio que le permita con lo que le cobrará a las distribuidoras por la energía, pagar el 100% de las facturas de los generadores y los transportistas.
Para buscar ese precio, le asigna a diferentes escenarios de demanda física una probabilidad de ocurrencia. Si estima un escenario de alta demanda el precio de equilibrio será seguramente alto y viceversa. Si en un trimestre, hubiera diferencias entre lo que tiene que pagar a los generadores y lo que cobra de las distribuidoras lo compensa en el siguiente y obtiene así una suma de saldo cero o muy cercana.

El precio estabilizado sirve entonces para recalcular las tarifas correspondientes al período siguiente. Al precio de la energía habrá que sumarle el valor agregado de distribución y los impuestos para llegar a la tarifa final al usuario. Los recálculos estacionales debieron ser automáticos para las variaciones en el precio de la electricidad solamente.
De los informes anuales de CAMMESA surge que el precio estacional se estancó en 50-56 pesos por MWh desde 2005, mientras que los costos aumentaron de 66 a 320 pesos por MWh. La electricidad barata incentiva su consumo. Hubo afectaciones de abastecimiento expresado a través de gestiones de las autoridades a los grandes usuarios para que reduzcan el consumo.  

Subsidio al consumo de electricidad
Hasta el año 2001, las tarifas se ajustaron en cada período estacional siendo el último ajuste en noviembre de ese año. Desde entonces los costos de generación subieron en forma exponencial por el aumento en los combustibles. Por decisión política el precio estacional está calculado artificialmente bajo para poder mantener las tarifas sin ajustes ni atender a los costos reales. La Argentina subsidió el consumo de electricidad en los últimos 4 años por aproximadamente USD 19.500 millones.

Elaboración propia con datos CAMMESA


El problema eléctrico de hoy es el precio. Si se elaborara un plan de transferencia de costos de generación y transporte a las tarifas, la base de sustentación del sistema sería mucho más grande (como llegó a serlo hasta el 2002) y por consiguiente el esfuerzo financiero del Tesoro Nacional se reduciría significativamente. Esta incoherencia impide también que nuevas inversiones en el sector eléctrico se materialicen.

Como ya dije en un artículo titulado “Los problemas recién comienzan” publicado por La Nación en 2004[3]: “Cuando estaban la Chade y la Italo, el gobierno de ese entonces no les dio tarifas retributivas y terminamos en Segba y Agua y Energía. Como tampoco el gobierno de turno les dio tarifas acordes pasamos por los cortes de 1989. Luego, en 1992, tuvimos que privatizarlas por falta de capital de inversión. ¿Cuál es el próximo paso?” Pareciera que vamos camino a una nueva estatización del servicio eléctrico.